Cerré los ojos y te vi
despojada de tu voz
vacía de gestos
libre de paisajes
te vi como nadie antes
en la profundidad de tu llanto
sin lagrimas ni testigos
te vi sonreír sin dientes
ni húmedos labios
sin brillo en los ojos
no estaba el perfume
de tu llegada
ni el olor a lluvia
de tu adiós
sin embargo
en esa oscuridad
supe que siempre
te necesitaría.
Paulo Prella
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