Tres canciones de Vivaldi despues
el tiempo por fin se detuvo
abrio su mano generosa e inquisidora
como quien abre un cajon
y vuelve a sorprenderse
de aquello que se esconde
detras de las telarañas
cuadernos teñidos de otoño
frases con destino incierto
un autito que nunca quise tirar
vestigios del primer amor hasta el ultimo
pequeñas monstruosas cicatrices
mas que nada esta pausa
cuestionando, preguntando
hurgando entre las ausencias
sacude el sumiso letargo
traza un puente inesperado
entre todo lo escrito
y los riesgos que faltan por decir.
Paulo Prella.
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