por el llano de tu vientre
mis dedos dibujan sueños
de un placer infinito
Ternura, exhalación, destello
nos protegemos con cada caricia
argucias de una noche inolvidable
construímos cárceles abiertas
el instinto siempre arte
Por la mañana sólo un beso
sobre tu generosa mejilla
me voy queriendo quedarme
tu cuerpo es algo tan sagrado
que duele saber la existencia
de un incierto tiempo y espacio
hasta el próximo eclipse.
Paulo Prella
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