Ahí viene el sermón
con la suficiencia de siempre
me mira y sin decir siquiera hola
comienza su monólogo:
el tiempo es dinero
el tiempo vuela
el tiempo es objetivo
el tiempo por un tamiz se cuela
el tiempo es relativo
el tiempo se mide en horas
el tiempo es infinito
el tiempo todo lo perdona
el tiempo esta en nuestras manos
el tiempo es un regalo
el tiempo cura las heridas
el tiempo es necesario
el tiempo, construcción humana
a todos nos ignora
el tiempo exorciza los ritos
el tiempo acentúa las distancias
el tiempo se divide en antes y después de Cristo.
Por suerte hace una dimensión
apagué mis oídos
algo se detuvo cuando saliste
de improviso a navegar los cielos
aquello que anhelo es ausencia
el signo de pregunta del día después
mientras el sol pasa
y un pájaro surca el viento herido.
Paulo Prella
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