el vuelo de una mariposa
ve libertad colorida
y sonríe extasiado
Un niño bien
también la observa
y pone fin a su vuelo
con su cárcel de frasco
El pobre pibe
admira las alas
que no puede tener
El niño bien
las ignora
se siente dueño del mundo
En el devenir de lo inevitable
uno de los dos
seguirá siendo pobre para siempre.
Paulo Prella.
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